Si supiéramos que el proceso electoral de 2006 fue democrático, sorprendería la censura de los medios electrónicos contra la cinta, asegura el director
Ofrece conferencia magistral en el festival de Tesalónica
Su hijo Jonás estrena su opera prima Año uña en el mismo certamen
Juan José Olivares (Enviado)
Tesalónica, Grecia, 20 de noviembre. Enviado. “Los medios no le dieron espacio, pero las salas de cine sí se lo están dando. Me da gusto que la gente vaya a ver el documental (Fraude: México 2006, que actualmente se exhibe con éxito en México). Es admirable que Luis (Mandoki), teniendo toda una trayectoria, se haya puesto a filmar esto. Y lo mejor es que lo hizo de inmediato”. Esto lo asegura en entrevista el cineasta Alfonso Cuarón, quien ofreció una conferencia magistral a los asiduos al Festival Internacional de Cine de Tesalónica, que este año celebra su edición 48, que se ha encargado de catapultar a realizadores de la región de los Balcanes, así como jóvenes cineastas locales y de todo el orbe.
Cuarón –“su cuerpo es como la extensión de una cámara” expresó Despina Moustaki, director de este encuentro fílmico que ha convocado desde el pasado 16 de noviembre a miles de asistentes– opina de la película de su colega Mandoki que “por más que la traten de tapar (con referencia a que las estaciones de radio no quisieron pasar los anuncios del filme), tiene un interés muy específico. Espero que lo mantenga para que no les quede otra que abrirse. Aunque eso de no querer promoverla no debería sorprendernos. Filmó lo que pasó en las elecciones. Si supiéramos que hubo un proceso democrático y libre (en las elecciones pasadas para presidente), que no metieron mano en cuestión de chanchullo en boletas y demás, nos sorprendería”, afirma el realizador.
No obstante, asegura Cuarón, “el cine no tiene la inmediatez de la televisión y, por más poderoso que sea, no es lo mismo que una herramienta casi de propaganda que son los medios. En ese sentido, no hay competencia en lo mediático. El cine sólo te da una fuerza de contenido, pero es distinto al constante bombardeo. Actualmente es una continuidad de lo que hemos vivido con el PRI: los medios al servicio de un sistema”.
Charla magistral
El teatro John Cassavetes, de Tesalónica (antigua ciudad griega, puerta de Macedonia, también llamado Salónica), fue el escenario donde habló el mexicano. Ese recinto, uno de tantos que se usan para el festival, ha lucido, como los otros, con excelente afluencia. En la charla con la gente, Cuarón aseguró que siempre tuvo una cámara, pero no el dinero suficiente para hacer una película. Comentó que se inició como operador y asistente y que se tuvo que ir de su país porque se vio forzado a “vivir en una burbuja sin horizontes”.
Genética por el celuloide
Como una transmisión cromosomática, el hijo de Alfonso Cuarón, Jonás, sigue los pasos de su padre. Ayer, en el cine Frida Liappa, ubicado en el puerto de la ciudad, que ahora se usa como complejo cultural para el encuentro, Jonás presentó su opera prima Año uña, la cual participa en competencia. La cinta, también escrita por él, es una construcción cinematográfica a la inversa: primero se hizo la imagen y luego el texto. Son cientos de fotos que Jonás captó (de sus familiares, amigos y novia), y a las cuales les incrustó un guión.
“La impermanencia de las cosas” es lo que describe Alfonso del trabajo de su hijo. El largometraje, pese a utilizar un lenguaje coloquial muy chilango, fue entendido por los griegos. Incluso les arrancó, en varios momentos, algunas carcajadas.
“Tengo claro que lo que quiero hacer es cine”, relata Jonás en entrevista. “Me interesó hacer una nueva forma de cine. De estudiar foto y ver tanto nació este proyecto. No hay plan de distribución en México, pero sí me interesa, porque creo que inspirará a muchos jóvenes a hacer películas a como dé lugar, sin el mito de que es inaccesible y caro. Cuando se exhibe en los festivales la gente joven la ve y se emociona y entiende que hay nuevas maneras. Les sorprende que es una cinta que se hizo con una cámara fotográfica y una computadora.”
Alfonso Cuarón comenta al respecto: “Cuando Jonás llegó a decirme que había hecho una película, pensé que era algo de su escuela, un corto. Primero fue como decirle que mejor se hiciera dentista. Fue la sorpresa, porque vi que la cinta funcionaba, al tiempo que encontraba nuevos modelos. A los dos minutos se te olvida que son fotos fijas. Son de las cosas interesantes que está haciendo esta generación, ahora fundamental en el cine. Es una generación que nació filmada por cámara de videos, o sea, que creció con las herramientas del cine casero”.
Foto: Mandoki y Cuaron
Fuente: La Jornada
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