La estadounidense Nastia Liukin se proclamó este viernes campeona olímpica absoluta de gimnasia e interrumpió el dominio chino en esta disciplina en los Juegos de Pekín-2008.
La plata fue para su compatriota y máxima favorita, Shawn Johnson, y el país anfitrión, que llevaba tres oros consecutivos en las tres primeras finales, tuvo que conformarse esta vez con el bronce de Yang Yilin.
Liukin obtuvo una puntuación de 63.325, frente a 62.725 para Johnson y 62.650 para Yang, para suceder en el palmarés a su compatriota Carly Patterson, coronada en Atenas hace cuatro años.
Con este título, la gimnasta nacida en Moscú hace 18 años y emigrada a Estados Unidos durante su niñez, perpetúa además una tradición familiar puesto que su padre, Valeri, ganó cuatro medallas -dos de ellas de oro- en gimnasia artística para la extinta Unión Soviética en los Juegos de Seúl-88, y su madre, Anna, fue campeona del mundo de gimnasia rítmica en 1987.
Lejos del podio, la brasileña Jade Barbosa logró el décimo lugar, mientras que su compatriota Ana Claudia Silva término 22ª entre 24 finalistas.
El doblete permitió a las estadounidenses tomarse la revancha de la final por equipos, en la que multiplicaron los fallos para terminar inclinándose ante las anfitrionas chinas.
Johnson, la vigente campeona mundial absoluta, era la gran favorita para alzarse con el título olímpico, pero su compañera Liukin demostró un gran estado de forma tras varios años mermada por las lesiones.
Sin embargo, fue la rumana Steliana Nistor, quinta de la final, la que empezó liderando la prueba por delante de Johnson tras un brillante ejercicio en las barras asimétricas.
Pero Yang las superó a las dos con una estelar puntuación de 16.725 en ese aparato que la catapultó del quinto al primer lugar a mitad de concurso, con 0.15 puntos de ventaja sobre Liukin.
La estadounidense no desperdició la oportunidad que le brindó la barra de equilibrio, de la que es campeona del mundo, de hacerse con el mando de la prueba y relegó a Yang al segundo lugar.
El caluroso apoyo del público que llevó a los chinos a conseguir sus tres oros en las tres primeras finales de gimnasia de Pekín-2008 -equipos masculino y femenino y concurso absoluto masculino con Yang Wei- aumentó en la última rotación, el suelo, donde Yang sufrió un tropiezo y despejó el camino para sus rivales estadounidenses.
Con Liukin en el primer lugar, Johnson, campeona mundial de suelo, tuvo una última oportunidad de llevarse el título, pero los 15.525 que logró con su ejercicio preferido resultaron insuficientes.
Liukin obtuvo una puntuación de 63.325, frente a 62.725 para Johnson y 62.650 para Yang, para suceder en el palmarés a su compatriota Carly Patterson, coronada en Atenas hace cuatro años.
Con este título, la gimnasta nacida en Moscú hace 18 años y emigrada a Estados Unidos durante su niñez, perpetúa además una tradición familiar puesto que su padre, Valeri, ganó cuatro medallas -dos de ellas de oro- en gimnasia artística para la extinta Unión Soviética en los Juegos de Seúl-88, y su madre, Anna, fue campeona del mundo de gimnasia rítmica en 1987.Lejos del podio, la brasileña Jade Barbosa logró el décimo lugar, mientras que su compatriota Ana Claudia Silva término 22ª entre 24 finalistas.
El doblete permitió a las estadounidenses tomarse la revancha de la final por equipos, en la que multiplicaron los fallos para terminar inclinándose ante las anfitrionas chinas.
Johnson, la vigente campeona mundial absoluta, era la gran favorita para alzarse con el título olímpico, pero su compañera Liukin demostró un gran estado de forma tras varios años mermada por las lesiones.Sin embargo, fue la rumana Steliana Nistor, quinta de la final, la que empezó liderando la prueba por delante de Johnson tras un brillante ejercicio en las barras asimétricas.
Pero Yang las superó a las dos con una estelar puntuación de 16.725 en ese aparato que la catapultó del quinto al primer lugar a mitad de concurso, con 0.15 puntos de ventaja sobre Liukin.
La estadounidense no desperdició la oportunidad que le brindó la barra de equilibrio, de la que es campeona del mundo, de hacerse con el mando de la prueba y relegó a Yang al segundo lugar.
El caluroso apoyo del público que llevó a los chinos a conseguir sus tres oros en las tres primeras finales de gimnasia de Pekín-2008 -equipos masculino y femenino y concurso absoluto masculino con Yang Wei- aumentó en la última rotación, el suelo, donde Yang sufrió un tropiezo y despejó el camino para sus rivales estadounidenses.Con Liukin en el primer lugar, Johnson, campeona mundial de suelo, tuvo una última oportunidad de llevarse el título, pero los 15.525 que logró con su ejercicio preferido resultaron insuficientes.
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